Propiedades de la leche de avena

La leche de avena es muy rica en fibra resultando así ideal para aquellas personas preocupadas por el colesterol y las enfermedades cardiovasculares. Su riqueza en Beta-glucano (un tipo de fibra soluble) es la responsable también de favorecer la flora "positiva" intestinal como los Lactobacilos. Por supuesto las personas con estreñimiento tienen en esta fibra un gran aliado ya que es un buen regulador intestinal. 

Esta es una leche rica en ácidos grasos esenciales, vitamina B1 (tiamina), hierro, maganeso y oligoelementos.
También es muy beneficiosa para las personas que sufren de estrés, insomnio y alteraciones digestivas ocasionadas por nervios, su contenido en vitaminas del complejo B hace que actúe directamente sobre el sistema nervioso central. 

Sus proteínas tienen una buena composición de aminoácidos esenciales. 
La leche de avena está indicada para personas que sufren mucho desgaste físico y especialmente para los ancianos. 

Se puede tomar caliente o fría y es ideal con los cereales del desayuno. Es una alternativa a aquellas personas que no pueden o no quieren tomar leche de vaca y que la leche de soja tampoco la terminan de digerir bien. Recordemos que la soja no deja de ser una legumbre y por ello a algunas personas les produce hinchazón y pesadez. 
Se puede usar la leche de avena, al igual que la leche de vaca, para confeccionar cremas, salsas, batidos, helados, bechamel, natillas y en cualquier receta que podamos hacer con leche de vaca. 

La avena en sí misma es un cereal que produce menos reacciones alérgicas que el trigo, la cebada o el centeno en determinados casos de alergia al gluten. No contiene Gliadina, sólo Avenina. Aquellas personas sensibles al gluten que toleran la Avenina y no la Gliadina podrían tomar la leche de avena siempre previa autorización de su médico o especialista.